Daufood opera Domino’s Pizza en Portugal. La necesidad estaba en encontrar la forma de tener el control sobre una flota de motocicletas dentro del sector de la restauración y el reparto. Tener el control de las motos pertenecientes a cada tienda pues cada una de ellas tiene su jurisdicción y área operativa para repartos. Los tiempos de entrega y la optimización de los conductores en cuanto al tiempo dedicado para cada reparto es de elevada importancia para conseguir un mejor rendimiento así como control general. Nadie quiere una pizza fría; no llegar a tiempo a una entrega probablemente afecte de forma secuencial a la siguiente, y es lo que queremos evitar.

240 dispositivos en 3 días

Con un técnico de instalaciones de Mapon y dos empleados de Daufood abarcamos la instalación de 240 dispositivos en las motos (1 por motocicleta) en tan solo 3 días hábiles. Todo un abrir y cerrar de ojos. Mapon viajó a Lisboa, Portugal, para realizar las instalaciones y asegurarse que todo va sobre ruedas; las motos empezarían a salir en cuestión de días. Instalamos dispositivos compactos bajo el carenado de las motos para preservar su integridad. Con afán de ahorro en consumo de batería hemos activado el modo sleep, con el que al empezar a moverse la motocicleta el dispositivo cobra vida y envía su posición constantemente. Sin embargo si no detecta movimiento en un valor de minutos personalizables, entrará en hibernación siendo muy económico con la energía.

El pináculo del Geo-fence

Para controlar que cada repartidor conduce en su perteneciente jurisdicción hemos llevado el sistema a la cima de la gestión de zonas y alertas por zona. Cada restaurante compone varios barrios y un grupo de barrios se corresponde a un distrito (organizado por colores), este último siendo el área de operaciones de las correspondientes tiendas, que también se hallan marcadas por pins de colores.

Las zonas fueron delimitadas marcando las fronteras minuciosamente con otros distritos, y además asignamos juntamente con Daufood a un dispatcher/controlador para sus tiendas. Estos controladores se dedican a tener un control del movimiento de los repartidores y que permanecen en sus zonas de trabajo. Asignamos también grupos de motos bajo el mandato de cada restaurante y, a la par, alertas en caso de moverse fuera de la zona operativa que pertenece a dicha moto y repartidor. El control es exhaustivo pero necesario; una capital es en sí un centro avivado del comercio y con movimiento constante. La organización y el detalle marcan la diferencia, tanto que seguimos con planes de implementación del mismo sistema en otros países con presencia del gigante de la pizza a domicilio.