Si alguna vez al descargar la mercancía has encontrado frutas demasiado maduras, verduras germinadas o gambas que han perdido el color, conoces de primera mano las consecuencias de los contratiempos de temperatura durante el transporte.

Para quienes se dedican a la gestión de la cadena de frío, mantener la temperatura correcta es vital para el éxito del negocio. En este artículo, profundizaremos en los detalles del monitoreo de la temperatura en logística, incluidos los retos más importantes y las formas de superarlos utilizando gráficos de temperatura.

Un gran problema para las empresas de transporte es cuando la configuración de temperatura en sus unidades de refrigeración es incorrecta.

Imagina una situación en la que se supone que un envío debe almacenarse a +2°C, pero debido a un error humano, la unidad se ajusta a +22°C. Errores como éste ocurren mucho más a menudo de lo que crees.

Otro percance frecuente es omitir o añadir un punto decimal de más: en lugar de trabajar a +6°C, el frigorífico está funcionando a +0.6°C, etc. También es frecuente confundir números positivos con negativos y ajustar la temperatura a -6°C en lugar de +6°C.

Sea cual sea el motivo, desviarse de los parámetros deseados pone en peligro la calidad de la mercancía transportada. La monitorización remota de la temperatura en logística puede salvar la situación, porque el gestor detectará esos errores y se pondrá en contacto con el conductor.

Los productos refrigerados pueden transportarse de dos modos distintos: modo continuo y modo arranque-parada. Optar por el modo incorrecto provocará problemas relacionados con la temperatura durante el transporte.

En el modo continuo, la unidad de refrigeración funciona sin interrupciones. Una vez alcanzada la temperatura deseada, la unidad pasa a un modo de refrigeración de velocidad baja, al mismo tiempo que se garantiza un control óptimo de la temperatura. Este modo suele preferirse para el transporte de productos perecederos, ya que ayuda a evitar fluctuaciones de temperatura que podrían comprometer la calidad de la carga.

Por otro lado, el modo arranque-parada funciona de forma intermitente, en el que la unidad de refrigeración se enciende y apaga periódicamente para regular la temperatura. Aunque es adecuado para determinados tipos de carga, como los productos no perecederos, implica riesgos para las mercancías delicadas.

Debido a las variaciones de temperatura en el modo arranque-parada, algunas zonas del envío pueden sufrir «congelación en la parte superior»: la capa superior de la mercancía se congela más mientras el resto permanece a la temperatura establecida. Esto puede dañar productos delicados como frutas, verduras o productos lácteos.

Una amplia gama de productos -fruta, verdura, lácteos, marisco y otros- necesitan una temperatura adecuada para mantener la carga fresca durante el transporte.

Supongamos que envías un lote de marisco fresco para exportar. Si este marisco no se refrigera adecuadamente antes de cargarlo en camiones frigoríficos, lo más probable es que no llegue a las estanterías de las tiendas.

Sin ese enfriamiento inicial, el marisco permanece susceptible a las oscilaciones de temperatura y puede estropearse o contaminarse. En situaciones como ésta, cualquier contratiempo en el monitoreo de la temperatura en la cadena de frío puede suponer grandes pérdidas tanto para el proveedor como para el destinatario. Por eso es crucial garantizar una gestión de la cadena de frío fluida y fiable.

Entonces, ¿cómo se hace?

El secreto de una entrega fiable es trabajar correctamente con los datos, es decir, con los gráficos de temperatura.

¡Sigue leyendo para aprender a interpretar correctamente los gráficos de seguimiento de la cadena de frío!

Cuando mires los gráficos de monitorización de la cadena de frío en la plataforma de Mapon, verás diferentes curvas para diferentes flujos de aire: así es la monitorización de la temperatura en logística. Para navegar por estos gráficos, los gestores de flotas y los conductores deben comprender el principio de funcionamiento de los remolques frigoríficos.

La unidad de refrigeración expulsa aire frío por la parte superior y este aire circula por la carga, envolviendo los productos. A continuación, el aire se desplaza hacia las puertas traseras, absorbiendo el calor de los artículos por el camino.

Al llegar a las puertas traseras, el aire desciende, llegando finalmente al suelo y continuando la absorción de calor de los productos. Este proceso de hacer circular el aire, absorber el calor y volver a la unidad se denomina comúnmente «aire de retorno.»

La temperatura del aire de retorno representa la temperatura real del producto, y el monitoreo de la temperatura en logística puede dar información valiosa sobre si el producto estaba a la temperatura correcta en el momento de la carga.

Cuando los productos se cargan a la temperatura correcta, la temperatura del aire de retorno debe descender rápidamente a la temperatura de consigna una vez cerradas las puertas.

Echa un vistazo al siguiente gráfico para ver cómo monotorizar la temperatura en una carga en cadena de frío:

Sin embargo, si los productos se cargan calientes, la unidad de refrigeración puede tardar mucho más tiempo en enfriarlos, lo que supone un mayor consumo de combustible y puede comprometer la calidad del producto.

Aquí tienes un ejemplo de cómo la supervisión de la temperatura en logística puede detectar una carga caliente:

Cuando el producto está a la temperatura adecuada, la unidad de refrigeración consume unos 1,1 litros de combustible en una hora. Por el contrario, si la unidad de refrigeración trabaja a máxima potencia para bajar la temperatura del producto hasta el punto de consigna, el consumo de combustible es de unos 4,1 litros en una hora.

Si utilizamos el ejemplo anterior de carga caliente, el frigorífico gastó 3 veces más combustible para bajar la temperatura del producto que si éste estuviera a la temperatura correcta durante la carga.

En nuestro ejemplo, el gasto en combustible es:

• 52 litros en 2 días si el producto está a la temperatura correcta antes de cargarlo
• 196 litros en 2 días si el frigorífico funciona sin parar para bajar la temperatura

La diferencia es evidente, ¿no?

Para ahorrar combustible, tienes que controlar la temperatura en una entrega en cadena de frío desde la carga.

Asegúrate de que la carga ya esté refrigerada cuando se cargue, y si no es así, dirígete al proveedor de la carga y hazle saber que sus productos no estaban a la temperatura adecuada.

Para resolver estos problemas, implanta geocercas en los puntos de recogida para activar alertas en la plataforma cuando la mercancía salga de la zona designada.

Al introducir la supervisión de la temperatura en la logística, los gestores de flotas pueden revisar parámetros importantes como la configuración de las unidades, su modo de funcionamiento y la temperatura del producto

Aquí tienes un ejemplo de los datos del informe de temperatura tras el envío de la alarma de frigorífico a través de la plataforma Mapon. El cliente puede tomar una decisión basada en datos para cargar la mercancía en un remolque diferente antes de que se estropee.

Además, si se detecta una carga demasiado caliente, el sistema de Mapon envía alertas informando de cuándo bajar la temperatura para enfriar correctamente la carga.

Forma a tus encargados y conductores para que controlen la temperatura en las entregas de la cadena de frío. Tu empresa no es responsable de la carga estropeada si el producto nunca se enfrió a la temperatura correcta en el punto de recogida. Con los datos del gráfico de temperatura, puedes volver a dirigirte al proveedor y argumentar que el producto no se había enfriado correctamente.

Mapon tiene una amplia experiencia en logística de la cadena de frío y puede ayudarte a agilizar las operaciones y mantener la calidad de los productos, incluso en los mercados más exigentes, como el farmacéutico y el de alimentos perecederos.

Ponte en contacto con nuestro equipo para saber cómo integrar las soluciones de monitoreo de la cadena de frío de Mapon en tus operaciones diarias.